El panorama que se nos presenta a nivel mundial no puede ser peor, pues las guerras, el terrorismo imperante, la violencia y los desastres naturales cuya ocurrencia cada vez es más devastadora, nos mantienen en una constante zozobra y la oración más ferviente de los que creemos es “Señor depáranos un mejor mañana”.
Lo más reciente en materia de desastres nos llega como noticia triste desde Ecuador, pero bien pudiera ser una catástrofe de la que no está exento ningún otro país del mundo, pues la Biblia nos enseña que los tiempos que anteceden al fin estarán caracterizados por todos estos fenómenos.
Los que hemos creído que nuestras vidas están escondidas con Cristo en Dios, tenemos una esperanza, pero no debemos olvidar que más devastador que los eventos que se vienen sucediendo, es la apostasía y el ateísmo práctico(ser cristianos, pero vivir como si Dios no existiera), que se viene observando en el mundo evangélico, por lo que estar apercibidos y apercibiendo a nuestro prójimo, de que estamos a la puerta de un evento espiritual único, tiene que ser una verdad a proclamar, y un reto para perseverar por todos aquellos que formamos el pueblo de Dios, pues nuestro día nadie lo sabe.
Lo importante por ahora es prepararnos para que sea por la causa que sea, cuando tengamos que partir de este mundo, podamos decirle a nuestro rey: “Señor, al menos intenté alcanzar la santidad.-F Medina
Preparemonos como si Cristo viniera mañana y trabajemos para engrandecer su reino como si no viniera nunca! Vivamos como a EL le agrada:))