Hace años, los maestros de la escuela dominical de mi iglesia enseñaban a los preescolares un pequeño coro que incluía las palabras: "Mi mejor amigo es Jesús". Cuando esos niños se hicieron mayores, dejaron de lado, desde luego, las canciones infantiles como ésta. Pero, por desgracia, parecieron también abandonar la idea de que el Señor Jesús es un amigo.
A medida que los creyentes aprenden más acerca de Dios, lo realzan acertadamente como el Señor de sus vidas, y lo reconocen como el soberano sobre toda la tierra. Es más fácil pensar de Alguien tan sublime y poderoso como Creador, Salvador y Señor, en vez de "reducirlo" a la condición de Amigo. Pero Jesús dejó claro a sus discípulos que Él es tanto un Dios trascendente —el Hijo de Dios— como su amigo (Jn 15.15).
La oferta de amistad se extiende también a los discípulos de hoy. Al igual que los doce discípulos originales, tenemos el privilegio de decir que Cristo dio su vida por nosotros en un acto supremo de amor y entrega (v. 13).
Y además, su Espíritu revela la verdad de las Sagradas Escrituras a nuestros corazones para que podamos aprender más acerca de Dios y sus caminos. Es decir, Jesús nos ha dado a conocer las cosas que Él escuchó de su Padre. Un hombre no cuenta secretos a sus esclavos; se los dice a sus amigos (v. 15).
Enseñar a los niños a cantar de su amistad con Jesús es buena idea. Pero me pregunto si algunos creyentes habrán olvidado esas palabras. Quiera Dios que nunca lleguemos a ser tan legalistas ni estar tan saturados de nuestra aparente madurez, que no podamos decir: "Mi mejor amigo es Jesús".
Friday, June 26, 2015
Sunday, May 24, 2015
CONTRA TODA ESPERANZA
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. – Isaías 40:31
¿Sabía usted que la fe tiene el poder de rejuvenecer su cuerpo? Así es. Tenemos un ejemplo de eso en la vida de Sara. La mayoría de la gente no entiende todo el alcance que tuvo lo que Dios hizo en la vida de ella, lo único que sabe es que Dios le dio un hijo en la vejez.
Pero si analizamos el relato, veremos que hubo mucho más. Cuando Sara echó mano, por la fe, de la promesa Dios, la fe empezó a restaurar su cuerpo a tal punto que cuando el rey Abimelec la vio quiso tomarla por esposa. ¡Imagínese tal cosa! A los 90 años de edad, ella era tan hermosa que ese rey la quería en su harén. Y eso no es todo, después de que dio a luz a Isaac, la Biblia dice que ella lo amamantó hasta que fue destetado, y vivió hasta cuando Isaac ya era muchacho.
Ahora, yo no le estoy diciendo que usted puede tener un bebé a los 90 años como lo hizo Sara. Ella recibió una promesa especial de Dios. Pero sí le digo que si cree que Dios puede restaurar su fortaleza y salud en su vejez, Él lo hará. De hecho, el Salmo 103 dice que uno de los beneficios que vienen de Dios es la salud. Dice también que Él llenará su boca de cosas buenas para que usted sea renovado como el águila.
Empiece a confesar eso hoy mismo. Llene su boca con las promesas de Dios; diga: “Alabado sea Dios, mi juventud se renueva como el águila”.
No dejemos que las circunstancias definen nuestra presente, ni nuestro futuro, Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
¿Sabía usted que la fe tiene el poder de rejuvenecer su cuerpo? Así es. Tenemos un ejemplo de eso en la vida de Sara. La mayoría de la gente no entiende todo el alcance que tuvo lo que Dios hizo en la vida de ella, lo único que sabe es que Dios le dio un hijo en la vejez.
Pero si analizamos el relato, veremos que hubo mucho más. Cuando Sara echó mano, por la fe, de la promesa Dios, la fe empezó a restaurar su cuerpo a tal punto que cuando el rey Abimelec la vio quiso tomarla por esposa. ¡Imagínese tal cosa! A los 90 años de edad, ella era tan hermosa que ese rey la quería en su harén. Y eso no es todo, después de que dio a luz a Isaac, la Biblia dice que ella lo amamantó hasta que fue destetado, y vivió hasta cuando Isaac ya era muchacho.
Ahora, yo no le estoy diciendo que usted puede tener un bebé a los 90 años como lo hizo Sara. Ella recibió una promesa especial de Dios. Pero sí le digo que si cree que Dios puede restaurar su fortaleza y salud en su vejez, Él lo hará. De hecho, el Salmo 103 dice que uno de los beneficios que vienen de Dios es la salud. Dice también que Él llenará su boca de cosas buenas para que usted sea renovado como el águila.
Empiece a confesar eso hoy mismo. Llene su boca con las promesas de Dios; diga: “Alabado sea Dios, mi juventud se renueva como el águila”.
No dejemos que las circunstancias definen nuestra presente, ni nuestro futuro, Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Wednesday, May 20, 2015
Soledad
"Nadie estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon...2 T 4.9-16
La soledad es una de las experiencias más dolorosas de la vida. Puesto que Dios nos creó para relacionarnos, la falta de compañía puede ser muy angustiosa. Es probable que en algún momento, todos hayamos luchado con sentimientos de aislamiento. Es especialmente difícil cuando estamos atravesando una situación penosa, y no hay nadie que pueda darnos ánimo.
Hablo de un tema del cual conosco muy bien. Quizas aun usted lo a exprimentado alguna vez y sabe de lo que hablo.
Lo que queremos en ese momento es compañía, apoyo y aliento, para que nuestro dolor emocional se vaya. Pero, a veces, la situación persiste, y el aislamiento parece que seguirá para siempre. En momentos así, necesitamos fortaleza para soportar.
¿Sabía usted que Dios puede usar la soledad? A veces, Él la permite para desarrollar el carácter divino en nosotros, enseñarnos a depender de Él, y llevarnos a una relación más estrecha con Él. Cuando estamos solos y otros no pueden o no quieren ayudarnos, Él es quien nunca nos deja.
Claro esta que nada de lo que nuestros amigos nos sugieren o nos aconsejan , nos sacan de ese mal momento o sentimiento de soledad.
Aunque nuestras experiencias personales con el Señor son de un valor incalculable, nuestra mayor fuente de seguridad es la Biblia. Dios le dice a su pueblo en sus páginas, que Él está con ellos. Antes de que Cristo ascendiera al Padre, prometió a sus seguidores: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28.20). Efectivamente, los creyentes tienen al Espíritu Santo dentro de ellos, y Él permanecerá allí para siempre (Jn 14.16, 17). En tiempos de debilidad, soledad o temor, recuerde que el Señor está siempre con usted, aunque no pueda percibirlo.
Wow...Y dejame decirte que mientras yo misma pase por mis soledades, Y no encontrando nada que calentara mis dias , fui a aquel que me dijo; Yo estoy contigo!
El a sido mi amigo fiel, El que nunca me dejara. Deja que Dios sea parte de tu vida, no te arrepentiras:))
La soledad es una de las experiencias más dolorosas de la vida. Puesto que Dios nos creó para relacionarnos, la falta de compañía puede ser muy angustiosa. Es probable que en algún momento, todos hayamos luchado con sentimientos de aislamiento. Es especialmente difícil cuando estamos atravesando una situación penosa, y no hay nadie que pueda darnos ánimo.
Hablo de un tema del cual conosco muy bien. Quizas aun usted lo a exprimentado alguna vez y sabe de lo que hablo.
Lo que queremos en ese momento es compañía, apoyo y aliento, para que nuestro dolor emocional se vaya. Pero, a veces, la situación persiste, y el aislamiento parece que seguirá para siempre. En momentos así, necesitamos fortaleza para soportar.
¿Sabía usted que Dios puede usar la soledad? A veces, Él la permite para desarrollar el carácter divino en nosotros, enseñarnos a depender de Él, y llevarnos a una relación más estrecha con Él. Cuando estamos solos y otros no pueden o no quieren ayudarnos, Él es quien nunca nos deja.
Claro esta que nada de lo que nuestros amigos nos sugieren o nos aconsejan , nos sacan de ese mal momento o sentimiento de soledad.
Aunque nuestras experiencias personales con el Señor son de un valor incalculable, nuestra mayor fuente de seguridad es la Biblia. Dios le dice a su pueblo en sus páginas, que Él está con ellos. Antes de que Cristo ascendiera al Padre, prometió a sus seguidores: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28.20). Efectivamente, los creyentes tienen al Espíritu Santo dentro de ellos, y Él permanecerá allí para siempre (Jn 14.16, 17). En tiempos de debilidad, soledad o temor, recuerde que el Señor está siempre con usted, aunque no pueda percibirlo.
Wow...Y dejame decirte que mientras yo misma pase por mis soledades, Y no encontrando nada que calentara mis dias , fui a aquel que me dijo; Yo estoy contigo!
El a sido mi amigo fiel, El que nunca me dejara. Deja que Dios sea parte de tu vida, no te arrepentiras:))
Monday, May 18, 2015
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